La palabra liderazgo puede ser difícil de definir, pero comprensible cuando lo ves. Esto significa que la esencia del liderazgo no sólo se conoce por su definición, sino también a través de verlo en acción. Después de todo, el Reino de Dios no es solo palabras sino es poder junto con acción.
Antes de continuar, piensa en alguien que sea un gran líder. ¿Quién, además de Jesús, es tu líder favorito de todos los tiempos? ¿Puedes nombrar a alguien? Volveremos a esto, pero quiero animarte a pensar en el nombre de un líder.
Aquí te muestro dos definiciones de liderazgo:
La primer definición y más corta es influencia. Liderazgo es ser ejemplo. No todas las personas con responsabilidades son buenos ejemplos; pero ante los ojos de Dios, el liderazgo y el vivir una vida ejemplar es lo mismo.
La siguiente definición es más completa, liderazgo también es llevar la responsabilidad a un nivel mayor de tal modo que permite lleva al resto del equipo a mejorar. Esto es difícil, porque a medida que tu responsabilidad incrementa, tu trabajo se hace más complejo. Habrá una mayor cantidad de personas bajo tu influencia y seguramente habrá momentos y situaciones de tensión entre ellos.
Puedes recordar la ocasión en la que Salomón, como rey, tuvo que tomar una decisión sobre quién era la madre de un bebé. ¿Lo recuerdas? Esta fue una situación de vida o de muerte. A medida que creces en el liderazgo, serás tal influencia en la toma de decisiones que afectará para vida o para muerte.
¿Cómo crecemos en el liderazgo?
Esto es simple, pero no es fácil. En una palabra: Fidelidad
Al ser fieles con el nivel de responsabilidad que tenemos, crece nuestro liderazgo ante Dios y las personas. A veces creemos tener una gran visión viviendo en nuestro interior esperando la oportunidad para destacar y sólo entonces empezar a actuar. Esto es un pensamiento equivocado.
Todo crecimiento en la vida es gradual, es decir, es poco a poco.
La manera que Dios hace su obra en nosotros es prepararnos con anticipación a las oportunidades para las que Él nos ha llamado a caminar. Siendo joven, pensaba que estaba listo para asumir cualquier cosa y que el simple talento me sería necesario para alcanzar esto con éxito. Ésta era una manera equivocada de pensar.
En las escrituras encontramos grandes ejemplos como el de Daniel, José y el rey David; en donde vemos un proceso de preparación antes de que se les fuera entregada una responsabilidad. Los animo a volver a leer estas historias y reflexionar sobre los elementos del proceso al que Dios los llevó, con el fin de prepararlos para una futura responsabilidad. Míralo con ésta perspectiva.
A menudo creemos que las cosas que estamos haciendo actualmente nos están llevando a la dirección contraria de los planes que Dios tiene para nosotros. A veces sentimos que el proceso de preparación por el que Dios nos hace caminar, parece que nos aleja de lo que Él nos ha llamado a hacer. La vida del Rey David es un ejemplo muy detallado de esto.
Dios promueve la fidelidad
Sólo un poco más acerca de la fidelidad …
Dios mide nuestra disposición a caminar en niveles más altos de liderazgo relacionado con nuestra fidelidad hacia Él. Cuando estamos empezando, esto casi siempre se puede traducir directamente como nuestra fidelidad hacia la responsabilidad que se nos ha dado de parte de nuestros líderes. No te imagines siendole fiel a Dios mientras no estés apoyando fielmente la responsabilidad que tus líderes te han confiado.
Pueden existir ocasiones, y probablemente será raro, en las que ser fiel a Dios requiera que vayas en una dirección diferente a la que otros consideren que debas dirigirte. Pero no utilices esto como una oportunidad para luchar con la gente. De acuerdo con las escrituras, nuestra lucha no es contra carne ni sangre. En cada situación, tienes una responsabilidad continua, de honrar a todos, especialmente a los de la familia de la fe y especialmente a tus líderes. Camina siempre honrando a todos, porque cuando deshonras a los demás con tus palabras o acciones, te deshonras a tí mismo.
El respeto que le muestres a los líderes que Dios ha puesto en tu vida es como serás respetado cuando entres en los niveles más altos de responsabilidad.
El Talento frente a la Diligencia / Inversión Personal
Pensemos en la parábola de los talentos. Un hombre noble se fue a un largo viaje, y encomendó sus bienes a sus servidores, dio al primero una porción de diez, a otro de cinco y a la última persona un talento.
De acuerdo con esta parábola, Dios ha depositado diferentes talentos de acuerdo con la capacidad de cada uno. Llamemos a esto una dotación de gracia, cada uno de nosotros tenemos una dotación de la gracia de Dios y ésta se diferencía de los demás.
Quiero aprovechar esta oportunidad para decirte que nunca te compares ni compares la cantidad de gracia depositada en otros. Compararte con otros causa uno de dos resultados:
Orgullo. Si te consideras con más talento con aquel que te estás comparando
Desmotivación. Si te consideras con menos talento con aquel que te estás comparando
Ambas son trampas. Eres responsable ante Dios por la gracia que se te ha dado, Él sabe lo que te ha confiado y responderás ante Él por esto. Me gusta decir, la gracia de Dios y las expectativas de Dios están en relación unos con otros.
Ésto se puede apreciar en la parábola. ¿Cómo? Porque vemos que el noble estaba decepcionado de los resultados (o la falta de resultados) de la persona a la que le dio un talento, aunque sin duda las expectativas eran inferiores comparadas con el hombre al que le había dado diez talentos. Aquel que te dió una dotación de gracia está esperando que los pongas en práctica. Él estará buscando resultados. Esto no nos debe poner nerviosos, pero debería ayudarnos a ser diligentes.
Esto me lleva al siguiente punto.
Dar frutos y ser diligentes
Dios determina el número de talentos que se te dan, pero los resultados que obtengas por la forma en que los administres son tu responsabilidad. La manera en que tus talentos se desarrollan depende en cuáles acciones, cuánta diligencia y cuánta perseverancia agregues.
¡El liderazgo se trata de actuar! Usa lo que Dios te ha dado.
Es posible que tengas un gran llamado al liderazgo, pero si lo ocultas, de la misma manera que lo hizo aquella persona que recibió un talento y lo enterró, también te sentirás avergonzado cuando entregues cuentas a Aquel que te confió este llamado. Para que crezca algo o para crecer en algo, tienes que cultivarlo o como se suele decir, actuar.
El ser activo es una característica visible de los que están en el liderazgo.
La Biblia, en Proverbios, tiene mucho que decir acerca de la pereza. Si piensas en ello, la pereza – como el animal “el perezoso” – es lo opuesto a ser activo. Esto también puede ser llamado flojera.
Esta es una de las razones por las que Proverbios 12:24 (PDP) dice:
El que trabaja duro se convertirá en líder, pero el perezoso siempre estará esclavizado.
Esto destaca otra cosa importante sobre el liderazgo y la proactividad. Como acabamos de comentar, el liderazgo no sólo se trata de destacar, sino también de ser diligente en la dirección que está delante de ti. Puedes lograr un buen comienzo, pero ¿terminarás bien? ¿Puedes mantener la motivación y la valentía al enfrentar la oposición que surja?
Algunos han dicho que tomar el primer paso en cualquier trayectoria es el paso más difícil.
Eso parece cierto. Pero hay momentos en los que el costo de continuar en el camino es mayor de lo que parecía ser en un inicio. Esto se comprueba al haber alcanzado cierto éxito y se tienen algunas pruebas para demostrar tu obediencia ¿Estás listo para continuar en el camino, aun si al hacerlo pones en peligro el éxito que has acumulado?
En conclusión, piensa otra vez en la persona que bajo tu propia estimación consideras un líder admirable ¿Puede ser que tu llamado de liderazgo esté relacionado de alguna manera similar a esta persona? En mi opinión, esto es muy probable.
(Este mensaje, incluyendo las fotos, fueron tomadas de una sesión en la Escuela de Ministerio La Viña en Puebla, México, en Otoño de 2015.)